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Feik Nius: la realidad a trozos

Las redes sociales e internet son el invento más relevante en lo que a comunicación humana se refiere de entre los últimos cien años y literalmente toda la historia de esta piedra con agua en la que vivimos. Es innegable que esta capacidad de conexión casi absoluta y omnipresente ha traído cosas buenas, por ejemplo, los memes, pero también es innegable que ha traído cosas malas, por ejemplo, las fake news. 

Fake new es un término inglés popularizado por el maniquí de bisoñés profesional y presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y hace referencia a las noticias inventadas y bulos transmitidos por las redes sociales e incluso por los medios de comunicación tradicionales con intenciones ideológicas, como atacar a una persona o medida política, atacar una ideología, defender una actuación concreta,… La inmediatez, interconexión y absoluta masividad de las redes sociales e internet hace que estas fake news se transmitan como la pólvora, y muchos son los que se han aprovechado de esto, desde políticos, como el propio Trump y los llamados partidos populistas, los partidos tradicionales que se han subido al carro, las empresas que quieren lavar su imagen, famosos que buscan un poco de casito hasta personas anónimas que quieren defender por algún motivo algo en las discusiones típicas de las redes sociales. 

Donald Trum durante su famoso "You are fake news"

 Esto último es peligroso y el motivo principal por el que las fake news dominan el discurso político y social: nadie (o muy pocos) se paran a comprobar la veracidad de las declaraciones de políticos, de medidas, de noticias y de comentarios. Es comprensible, es difícil encontrar tiempo para mantenerte al día y para comprobar toda la información que te llega, además de que comprobar una noticia en internet es menos fiable de lo que nos gustaría creer. Me gustaría poner un ejemplo de rabiosa actualidad, como se suele decir. 

La condena a los miembros del equipo de la Arandina por el abuso sexual a una menor, de 15 años, ha levantado ampollas entre diversos sectores de la sociedad. Quizá 38 años son muchos, quizá son pocos, eso no lo voy a juzgar aquí, lo que voy a juzgar es la respuesta que se ha dado. Y es que ha corrido por las redes una imagen de un titular en el que una mujer de 30 años es condenada a unos míseros 2 años por abusar de un menor (varón) de 15 años. La imagen es esta: 

La imagen que corre por las redes como queja a la condena de los de la Arandina

Evidentemente, el sector en contra de la LIVG y de las feminazis (sic), está usando esto para quejarse de los parcial de la justicia, de que los hombres no van a poder salir a la calle, de que una mujer puede destrozarle la vida a un hombre si quiere y otra sarta de mensajes clónicos de la misma cuerda. Aquí es donde entran las fake news. Yo he necesitado que dos personas distintas me respondieran con esa imagen para empezar a indagar un poco más. Y es cierto, la noticia es completamente cierta, pero la imagen está hábilmente recortada para que no aparezca el subtítulo, en el que se asegura que la mujer tiene “retraso mental” y ha reconocido los hechos. Si lees la noticia te enteras de que la sentencia es de mutuo acuerdo entre las partes y se considera este “retraso mental” (que término más horrible) como un atenuante. Aquí se puede leer la noticia entera, si se mira la foto con la que se ilustra, se ve que es la misma, perteneciente a El Comercio. En el caso de los de la Arandina se considera que cometieron 3 delitos, uno de abusos sexuales (14 años) y dos de cooperación necesaria (12 y 12). Sabiendo esto ya se entiende mucho mejor la diferencia entre las sentencias. Pero saber esto implica gastar algo de tiempo de tu vida en averiguarlo, y es mucho más fácil simplemente quedarse en el titular, cosa de la que todos hemos pecado. Ese es el peligro de las fake news: son inmediatas y requieren de esfuerzo para ser desmontadas, por eso triunfan tanto. 

Un recorte un poco menos parcial de la noticia con su subtitulo, en el que ya se explica el reconocimiento de los hechos y el atenuante

Vemos la realidad como una de sus facetas gracias a estas fake news, a las cámaras de eco y al poco tiempo que tenemos para encontrar y contrastar información fiable. Todos pecamos de eso en este mundo de internet, y es peligroso. Ver un cacho de la realidad te hace ver algo falso, algo incompleto y cuando encuentras todo lo demás es difícil comprenderlo. Lleva tiempo, pero si queremos entender el mundo un poco mejor, debemos invertir esfuerzo en descubrir lo más cercano a la verdad posible en cada una de las cosas que percibamos. Quedarse con uno de los aspectos de la realidad es engañarse a uno mismo. Es cómodo, sí, pero mentira. La realidad incómoda es mejor que la mentira cómoda, porque es más cierta. Pero para eso hay que alejarse de las fake news.

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