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El fascismo se cura leyendo


Hay frases polémicas, hay autores polémicos y un poco más allá se encuentra gente como Miguel de Unamuno. Esta concretamente es de las citas más famosas del escritor vasco y probablemente sea apócrifa. Hay estudios que le atribuyen su autoría a Pío Baroja (cambiando racismo y fascismo por nacionalismo y carlismo respectivamente), otros estudios que dicen que sí es de Unamuno, otros que dicen que no es de ninguno e incluso he visto afirmar por redes sociales que es una frase de Pablo Iglesias. Es la cita (se le atribuya a quien se le atribuya) por antonomasia del antirracismo y antifascismo en redes 

El problema de esta y otras citas, atribuidas a figuras insignes como Einstein, Gandhi, Martin Luther King o Mandela es, en primer lugar, que la mayoría son apócrifas, en segundo lugar que si son ciertas suelen estar sacadas de contexto y en tercer lugar que intentan reducir a unas pocas palabras temas extremadamente complejos y con muchos matices, difíciles de interpretar y nada amigos de los reduccionismos. Este tipo de citas apelan a lo que en los círculos pedantes de internet se conoce como sesgo de confirmación, pues cuentan una realidad muy concreta que se interpreta como buena porque nos viene bien. También sirven para acabar con un debate antes de comenzarlo, porque ¿cómo no va a curarse el fascismo leyendo? Si los fascistas son todos unos ignorantes. Bueno Heidegger, probablemente el filósofo más importante del siglo XX, fue afiliado del partido nazi durante más de una década. 

Hannah Arendt, la filósofa judía que encubrió el nazismo de Heidegger por  amor
Hannah Arendt, filósofa judía, fue discípula de Heidegger durante años

Entrando ya en la frase en sí misma, ¿no parece ya de primeras algo extremadamente conveniente? El racismo se cura viajando, pues nada, vacaciones pagadas para todos y ya hemos solucionado una lacra que lleva en nuestra sociedad siglos. ¿Acaso los belgas que fueron al Congo no viajaban? O los británicos en la India, o los Españoles en Sudamérica, o los estadounidenses que van a Punta Cana o tantos y tantos. Que el racismo se curase viajando implicaría o bien un desconocimiento de que existen otro tipo de personas en el mundo (poco probable teniendo en cuenta el mundo globalizado, internet y nuestras sociedades bastante multiculturales) o que el racismo es un problema que existe en una zona geográfica concreta, como si fuera una sequía o el calor. Está claro que no, el racismo no es un problema geográfico ni un problema de desconocimiento, es un problema de educación y de cada sociedad. Es un problema de políticas y costumbres muchas veces estructurales y sistemáticas. El problema no es el individuo racista, el problema es la sociedad racista que enseña y fomenta ese tipo de comportamientos e ideas. 

Por otra parte, pensar que el fascismo se cura leyendo es, si cabe, más estúpido aún. ¿Qué es en lo primero que piensa alguien cuando se habla de difusión del fascismo? En el Mein Kampf de Hitler o en El Nacimiento de una Nación si es un cinéfilo. Sólo hay que mirar a la historia para darse cuenta de que el fascismo (y similares) no sólo utiliza la literatura como una herramienta de propaganda bastante eficaz, sino que además tiene entre sus filas a personas dispuestas y hábiles en el manejo de textos. La Doctrina Fascista de Mussolini era originalmente parte de una enciclopedia mucho más general publicada por el partido. Elisabeth Förster-Nietzsche leyó, comprendió y cambió a su antojo la obra de su hermano para que se amoldase mejor a las ideas nacionalsocialistas. Como ya he dicho Heiddeger fue miembro del partido nazi. Antes de la guerra civil en España, la falange y la izquierda radical se disputaban y repartían los intelectuales. Que se haya querido borrar de la historia oficial la cantidad de manifiestos, libros, ensayos y demás producidos desde la ultraderecha por sus ideas nefastas no quita que en un momento dado de la historia estuvieran ahí y se reprodujeran incluso más que los de la izquierda radical. 

10 de mayo 1933: quema de libros por los nazis | Historia | DW | 10.05.2013
Los nazis quemaron muchos libros, no por odio a la cultura sino porque comprendían su utilidad propagandística

Entonces, si es evidente que esta frase es una absurdez, ¿por qué se usa? Pues, en primer lugar, porque es sencillo. Soltar una cita como esta es mucho más rápido, requiere menos esfuerzo y probablemente tenga más peso en una discusión que argumentar largo y tendido sobre temas tan complejos, y en segundo lugar, porque hay gente que lo cree sinceramente. Opinar que el fascismo y el racismo vienen únicamente de la ignorancia protege, y protege mucho. Protege en primer lugar de creer que hay seres humanos que consideran a otros de su misma especie inferiores o directamente abominables. Protege de tener que plantearte siquiera tus ideas, porque si asumes que el racismo y el fascismo son opiniones basadas y fundadas en algo más allá de la pura ignorancia, deja de ser tan sencillo oponerse frontalmente a ello. Y por supuesto protege tus propias ideas, porque al contrario que las del enemigo, están basadas en la ciencia y en el humanismo. Pues debería ir siendo hora de salir de la burbuja. La ciencia y el humanismo son simples herramientas que se pueden utilizar para justificar lo que cualquiera desee, las ideas de los otros están tan basadas en la realidad y sus interpretaciones como las tuyas y con citas como esta no las estás enfrentando, las estás ignorando. Y a juzgar por lo que se viene, igual las hemos ignorado demasiado tiempo.

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