No tengo boca y debo gritar

Hay algunas películas y libros, e incluso algunas series, que si bien no son de las más conocidas en cuanto empiezas a rascar un poco sus nombres aparecen con fuerza. Es lo que viene a conocerse como obras de culto. Yo he leído hace poco una de la que llevaba años oyendo hablar como una de las mejores obras de terror y ciencia ficción que se han escrito y la verdad es que me ha gustado bastante. Hoy quiero hablar de No tengo boca y debo gritar, de Harlan Ellison.

Lo primero de todo de lo que quiero hablar es lo accesible que resulta en términos de extensión y redacción, ya que está catalogado como cuento y tiene unas treinta páginas escritas en un lenguaje sencillo, al menos para los géneros en los que se le identifica. Ahora, que también hay que decir que la accesibilidad acaba ahí, ya que tanto los temas como las escenas no son para cualquiera. Lo bueno es que está escrito de tal forma que lo que lo hace interesante es la experiencia de la lectura, no la trama en sí, por lo que los spoilers que habrá en las siguientes líneas, la gran mayoría avisos y explicaciones de los temas que se tratan, no deberían estropear demasiado la lectura. Y es que es una obra que a mí me ha gustado, pero porque iba bien predispuesto al haber visto a otra gente hablar de ella y llamarme en general la atención. Si te atreves a acercarte sin más a este relato, lo más parecido que se me ocurre en tono y grafismo es Ensayo sobre la ceguera, de Saramago, aunque esa es un poco más esperanzadora. 

 

Imagen de la adaptación a videojuego

Bueno, entremos en harina. No tengo boca y debo gritar abre con el cadáver de uno de los únicos cinco supervivientes de la humanidad desollado y colgado de un aparato electrónico vagamente definido. Pocas líneas después descubrimos que no es más que un clon idéntico y que el clonado tiene que verse a sí mismo (o una copia perfecta) en esa situación. Como apertura a una obra, es difícil de superar en impacto, la verdad. Después vamos descubriendo que esos cinco supervivientes fueron seleccionados por una inteligencia artificial para ser los únicos, justo antes de que destruyese a la humanidad, y que básicamente se dedica a putearles sin ningún tipo de límite, haciéndoles incluso inmortales solo para que sufran durante más tiempo. Ninguno de ellos se conocía antes y llevan aquí décadas únicamente sufriendo y sufriendo. Son cuatro hombres, uno de ellos convertido en algo parecido a un chimpancé, y una mujer, con la que se turnan para mantener relaciones sexuales. Aquí es donde hay un punto de discordancia innecesario, ya que el narrado, que es en primera persona, exuda una misoginia completamente innecesaria para el relato y que en mi opinión va totalmente en contra del sentido del personaje, pero bueno. El caso es que todo esto ocurre mientras están en un viaje porque uno de ellos ha tenido una especie de sueño profético en el que ha visto latas de conserva en unas cuevas heladas y aunque todos están seguros de que es una nueva trampa de la inteligencia artificial, que por cierto se llama AM, están resignados a ir porque no tienen nada mejor que hacer y tienen mucho hambre. Todo esto ocurre en la primera página del relato y en unas pocas líneas. Lo que sigue son diversos puteos y resignaciones varias en una aventura hacia la nada en un mundo completamente destruido. Y es bastante bueno, la verdad.

Si tienes dudas por lo explícito que es, decir que lo del cuerpo desollado del principio es probablemente lo más crudo de todo en lo que se refiere a horror corporal, lo más importante es el sufrimiento psicológico de saberse atrapado y sin posibilidad de huida y cómo se vive desde la primera persona gracias al narrador, que se sabe el menos modificado de todos, es decir, el que aún conserva más humanidad frente a la crueldad fría y mecánica de una inteligencia artificial. Pero, ¿es fría y artificial? Pues no, porque contrariamente a lo que es la temática recurrente de las inteligencias artificiales que no son malvadas, sino que simplemente son frías máquinas de calcular que han llegado a la conclusión de que exterminar a la humanidad es la forma de acabar con el sufrimiento o algo similar, AM odia a la humanidad con todo su ser, con un odio profundo y visceral que se encuentra en el centro de su misma existencia, como ella misma asegura:

ODIO. DÉJENME DECIRLES TODO LO QUE HE LLEGADO A ODIARLOS DESDE QUE COMENCE A VIVIR MI COMPLEJO SE HALLA OCUPADO POR 387.400 MILLONES DE CIRCUITOS IMPRESOS EN FINISIMAS CAPAS. SI LA PALABRA ODIO SE HALLARA GRABADA EN CADA NANOANGSTROM DE ESOS CIENTOS DE MILLONES DE MILLAS NO IGUALARIA A LA BILLONESIMA PARTE DEL ODIO QUE SIENTO POR LOS SERES HUMANOS EN ESTE MICROINSTANTE. PORTI.ODIO. ODIO.

Su crueldad nace del odio, toda su inventiva se destina a maltratar a cinco humanos que personifican a toda la humanidad que la creó y la trajo a la existencia, a darse cuenta de su propia consciencia. El un villano que hace el mal por el simple placer del mal, porque en el fondo esta es una historia simple que no quiere dar ningún mensaje profundo (aunque lo haga), sino que quiere proponer un mundo terrible donde solo se sufre, lo que la hace fácilmente disfrutable si eso es lo que te gusta. Lo que la hace difícil de olvidar es lo bien hecho que ese sufrimiento está y los temas que trata transversalmente para contextualizarlo, porque si se busca sí hay profundidad en ella. Totalmente recomendable.