Durante mi vida he leído muchas cosas raras, algunas de ellas ni siquiera estoy dispuesto a confesarlas. Otras sí. He leído Filosofía del Tocador, del Marqués de Sade, por ejemplo. He leído El Libro de Cocina del Anarquista. Y he leído el libro del que quiero venir a hablar hoy: La Sociedad Industrial y su Futuro.
Bueno, quizá llamarlo un libro sea excederse un poco, porque ni esa es su intención ni su formato. Es un manifiesto enviado a los periódicos por un terrorista doméstico haciéndose pasar por un grupo de terroristas domésticos. Y es que el contexto de este manifiesto es bastante importante, tanto del hombre que lo escribió, que vivía en una cabaña apartada de la sociedad acorde a sus creencias, como del momento y características de su publicación, en periódicos nacionales después de más de una década de bombas a diferentes personas y con varios heridos e incluso un par de muertos a sus espaldas.
Una de las muchas ediciones del manifiesto del Unabomber |
Lo que resulta particularmente interesante de La Sociedad Industrial y Su Futuro es que sirve para acercarse de una forma bastante complicada de conseguir a la mente de alguien que mata por sus ideas. No es sencillo acceder a trabajos de asesinos en serie en los que expliquen el porqué de sus motivos para matar y este lo puedes encontrar en internet en unos dos segundos de búsqueda. Su autor, Ted Kaczynsky, se explaya en lo que cree que son los males de la sociedad y los causantes de los cada vez más altos índices de infelicidad y enfermedades mentales. Dentro de sus páginas explica los motivos que tiene para herir y matar a otras personas, que son tan absurdamente banales como conseguir suficiente reconocimiento para que se publiquen sus palabras y así ofrecer una salida a las personas que puedan necesitarla. Así es, mata por reconocimiento, no para sí, ya que siempre actuó bajo un pseudónimo en el que se hacía pasar por un grupo de gente, el Freedom Club, sino para sus ideas. Mata y hiere como una forma de extender un mensaje que cree que es suficientemente importante como para justificar la vida de varias personas. Y puede que tenga razón. Lo cierto es que hay una buena parte de su manifiesto que es complicada de contraargumentar, entre otras cosas porque está escrita por alguien con las ideas muy claras y una capacidad para la argumentación bestial. No son cuatro ideas tiradas al aire por un loco en un afán de buscar notoriedad, no, son una serie de ideas argumentadas y pensadas durante décadas por alguien con una inteligencia y una formación entre las más brillantes del mundo.
Ted Kacynsky |
¿Qué encontrar en el manifiesto? Pues no es una lectura sencilla, eso de primeras, aunque no sea muy largo. Usa y abusa de términos psicológicos y políticos y a veces cuesta seguir un poco sus argumentaciones, pero si se quiere se puede leer de una sentada, aunque te deje la cabeza un poco de aquella manera. El comienzo es de hecho una amalgama de insultos y descalificaciones a lo que él llama “izquierdistas”, que en términos más modernos podríamos sustituir por “progre” basados en unas fundamentaciones psicológicas algo endebles. Es después cuando ya se aleja de ese odio irracional que parece sentir por los izquierdistas cuando comienza a argumentar respecto a cómo la sociedad aliena a las personas alejándolas de su naturaleza y cómo esa es la causa de muchos de los problemas y enfermedades mentales (como la depresión). Sigue con una argumentación en contra de la tecnología y de cómo esta nos roba la libertad de ser personas y cómo la sociedad tecno-industrial es imposible de reformarse pues sus problemas son inherentes a su misma existencia para acabar dando algunas consideraciones al respecto de cómo llevar la lucha contra dicha sociedad y ya de paso meterse otro poco con los izquierdistas. Como digo, no es una lectura sencilla, pero sí es una lectura interesante.
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