Viene, o ya está aquí, una navidad jodida. Ha sido un año jodido y su navidad no iba a ser distinta, ya nos lo podríamos haber esperado en Septiembre, pero el caso es que ya está aquí. Una navidad sin familia, sin amigos o con muy poco de ambos, una navidad más solitaria que nunca. Y una navidad solitaria en un momento anímico general terrible para todos. Después de meses de restricciones, de muertos, de mirar con ansia el desarrollo de una vacuna que parecía que no llegaba, de subidas y bajadas en los contagios, de la sensación de que volvíamos al principio, de ver como la segunda ola ha sido más terrible aún que la primera en prácticamente todo el mundo, de cada vez más cansancio y tonterías, de ver como la vida normal no vuelve, y de mil cosas más. Después de todo eso nos encontramos con que por navidad nada cambia. Si, podemos seguir con tradiciones como el sorteo de la lotería, las comidas excesivas, el alcohol e incluso los villancicos, pero no podemos seguir haciéndolo más de di
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