Alan Moore es una persona pública complicada. Un hombre que ha revolucionado el medio del cómic y al que se le considera uno de los mejores guionistas de cómic de la historia, si no el mejor y que odia profundamente la industria del cómic. Es también un excéntrico, aunque él lo llamaría mago, ya que el ocultismo, además de una de sus más evidentes influencias, es un interés particular que lleva teniendo desde hace décadas. Su magia es, sin embargo, particular. Y es que leer a Alan Moore es ser víctima de sus hechizos. Y esto no lo digo como una metáfora, si no como algo en lo que él cree a pies juntillas. Así que hoy voy a hablar de Ángeles Fósiles, quizá el ensayo sobre ocultismo más completo que tiene el autor.
Ángeles Fósiles, publicado en España por La Felguera |
Y es que Alan Moore es muchas cosas, entre ellas un reformador de la magia que busca en lo oculto una forma de arreglar el mundo y que desprecia el ocultismo tradicional (el lo llama victoriano) que consiste en rituales y disfraces pero que no busca influir en el mundo. En Ángeles Fósiles explica su punto de vista respecto al ocultismo tradicional, al que llama un ángel fósil, pues algo que estaba vivo y en el reino espiritual no es ahora si no una piedra sin valor que simplemente mantiene la forma de lo que fue pero no el fondo. Para él todo lo que hicieron Aliester Crowley y los que eran como él no es más que encapsular una magia que estuvo viva siglos atrás (el ejemplo al que vuelve en el libro es John Dee, del S. XVI) y convertirla en algo que pueden entender pero que no tiene significado, pues lo pierde al perder la intención expansiva y exploratoria de la magia primordial. Intentaron hacer de la magia una ciencia, pero los términos científicos no son suficientes para algo que intenta explicar el espíritu de las personas y sus pasiones interiores, imposibles de replicar en un laboratorio.
El mejor resumen posible de Alan Moore |
¿Cuál es la solución que propone Moore? Pues una solución sencilla y genial simultáneamente. Y es que parte de la historia reciente del ocultismo para señalar que los ocultistas que intentaron enfocar la magia desde un punto de vista científico fallaron estrepitosamente, pero aquellos que lo hicieron desde un punto de vista artístico, consiguieron grandes logros. Para ello señala unos cuantos nombres de artistas influidos por el ocultismo y remarca que si a los ocultistas lo que se les da bien es producir artistas, ¿qué necesidad de hacer cualquier otra cosa hay? Así, Moore propone fusionar la magia y el arte, o más bien, convertir uno en otro y viceversa de forma que sean totalmente inseparables, pues solo el arte es un lenguaje que llega lo suficientemente profundo al espíritu humano como para permitir la existencia de la magia en su formato.
La magia de Alan Moore son sus producciones artísticas. Cada una de ellas un hechizo pensado para influir en los lectores y en el mundo en general de una forma determinada. Algunas más complejas que otras (se puede apreciar el cambio a lo largo del tiempo) y algunas con intenciones más ocultas que otras. En muchas de ellas explora abiertamente el ocultismo, como por ejemplo en su difícil de comprender pero increíble Promethea o en su serie ambientada en el mundo de Lovecraft, quien por cierto además de interesado en el ocultismo es una de las grandes referencias de Moore. Pero es que incluso obras donde el ocultismo no tiene un papel relevante, como V de Vendetta, la magia de Alan Moore sigue presente, ya que para él, la magia y la política van unidas de la mano.
Alan Moore con el símbolo de la URSS |
Alan Moore es, a pesar de la foto suya que rula por internet con una camiseta con el logo de la URSS, un anarquista, y además es un anarquista convencido, pues todo su sistema mágico depende de ello. Para Moore la magia verdadera es, como ya he dicho, aquella que llega al interior del espíritu humano y lo influye, pero para poder hacer eso, el espíritu humano debe florecer en libertad. No en una libertad viciada como la de las socialdemocracias modernas que no son más que gestoras del capitalismo, que coarta la libertad humana en todo aquello que no produzca beneficio, si no en una libertad real en la que cada uno de nosotros podamos desarrollar nuestro espíritu al ritmo que necesitemos y hasta los extremos que seamos capaces de alcanzar. Es por ello que sus obras tienen un cariz tan antigubernamental, desde la muy evidente V de Vendetta ya mencionada a otras como su etapa en La Cosa del Pantano. Sus hechizos pretenden influir en tu espíritu en la forma en la que te relacionas con tu gobierno y en la forma en la que te planteas la política como un conjunto.
Así que la próxima vez que leas algo de Alan Moore o de cualquier otro, piensa en que es un hechizo que quiere influir en tu espíritu y plantéate cómo y si se lo permites, porque si no puede que lo consiga y no te gusten los resultados.
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