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Mostrando entradas de noviembre, 2021

Blogeando la depresión VII: la hermandad de los condenados

Hay una especie de soledad que todos hemos sentido en algún momento y es la soledad de la incomprensión. En algún momento hemos sentido que los que nos rodean son incapaces de comprender lo que de verdad estamos sintiendo, o, en la mayoría de los casos, que somos incapaces de expresarlo de forma que lleguen a entenderlo. Es normal, no aprendemos apenas formas de expresión fuera de las puramente formales que no sirven de nada en estas circunstancias y es casi una suerte increíble si tú puedes hacerlo. En esas ocasiones la mayoría daríamos la voz por poder explicar aunque fuera una sola vez y ser entendidos. Es difícil salir de la trampa de tu propia cabeza estando solo y es muy difícil encontrar a alguien que te acompañe si no puedes explicar qué te pasa. Incluso en el caso de especialistas como psicólogos o psiquiatras te quedas con la sensación de que sólo te han entendido superficialmente, en un sentido puramente clínico, sin atender a las particularidades de tu caso. Por suerte hoy

Blogeando la depresión VI: la energía de ser normal

Una de las cosas que más me cuesta explicar y a las que menos caso hacía antes de todo esto es la increíble cantidad de energía que se necesita para comportarte como alguien normal cuando en realidad lo que quieres con todas tus fuerzas es irte de donde sea que estés a tu habitación para estar solo y poder ser miserable como a ti te apetezca. Es una de las cosas que más he tenido que repetir porque me da la sensación de que no se me entiende. Simplemente existir fuera de tu espacio seguro cuesta infinitamente más que a cualquier otra persona, en buena parte porque intentas maquillar lo mucho que te está costando estar ahí continuamente. Todos tenemos una serie (bastante amplia) de comportamientos tan interiorizados y mecanizados que los hacemos continuamente día a día sin pensar en ellos absolutamente nada. La forma en la que hablamos, la forma en la que nos movemos, los gestos que hacemos, cómo nos sentamos, cómo mantenemos conversaciones,… Todo eso es único en cada persona pero tan n