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Mostrando entradas de agosto, 2020

Contra la libertad I: la ultraderecha populista

En este artículo y los que le sigan (aún no sé cuantos) quiero centrarme en la noción de libertad que diversos grupos utilizan en redes sociales y otras plataformas (como medios de comunicación) e intentar, modestamente y sin entrar demasiado en profundidad, porque eso requeriría mucho más tiempo y texto, argumentar en su contra. Porque no, lo que una persona entiende por libertad no es lo mismo que lo que entiende la de al lado, y eso, en discursos políticos, puede llevarnos a problemas. Hoy: la ultraderecha populista.  Empecemos por el principio, ¿qué es lo que yo considero ultraderecha populista? Esta es fácil, porque este es un término que se ha utilizado mucho en los últimos años en diferentes contextos, pero, en resumen, son los grupos/partidos políticos de ideología tirando a conservadora, económicamente proteccionista, más o menos abiertamente xenófoba y que se sirve de la performance, el bulo y las redes sociales para extender su mensaje lo máximo posible, independienteme

Un oligopolio en el ocio cultural

En esta última década, más o menos, hemos visto un cambio brutal en la forma en la que consumimos ocio y cultura. Se ha vuelto algo mucho más instantáneo, más casero y muchísimo más a la carta. Ya no hay que ver una de las películas que están en cartelera o dejarse una pasta en dvd, ni soportar la terrible incomodidad de bajar a la calle e ir a un local concreto para poder ver una película. Ahora tenemos en la mano cientos o miles de películas y series, para ver casi en cualquier momento y a cambio de una pequeña parte del dinero que nos costaría verlas hace unos años (suponiendo que queramos pagar, claro). Los videoclubs han sido casi exterminados de la faz de la tierra y sustituidos por una versión actualizada y muchísimo más eficiente de ellos mismos: los servicios de streaming. Netflix, HBO, Disney+, Filmin y otros cuantos algo menos conocidos se han hecho un hueco en las carteras y los dispositivos de cientos de miles de usuarios y consiguen, ayudados por un poco de fiscalidad

Apología del sudor

Una de las cosas que me gusta hacer a veces es pensar en esas cosas marginales que ocurrirán en algún momento si hay una revolución político-económica o en su defecto colapsa el sistema de producción actual y tenemos que improvisar o establecer uno nuevo. Y una de esas cosas es la higiene, más concretamente la ducha o el baño. Y es que hace unos años, a todo hijo de vecino en edad escolar se le enseñaba a reciclar y reutilizar y, sobretodo, a ahorrar agua. Yo lo tengo ya incrustado en el ADN. Por supuesto que todo esto se nos decía sin tener en cuenta que la producción de bienes de consumo en masa y, principalmente, la ganadería intensiva gastan agua como para llenar un lago diariamente, pero, y aquí está la miga del asunto, cuando acabemos con esas cosas no podremos seguir manteniendo el nivel de consumo individual actual tampoco, porque aunque algo menos, también es una salvajada.  A nuestros jóvenes cerebros se les decía por activa y por pasiva que una ducha gasta unos cin