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Mostrando entradas de junio, 2019

Piedras a la policía (el Orgullo vendido al capitalismo I)

El año pasado se cumplieron 50 años de Mayo del 68, el último gran movimiento social occidental (al menos del S. XX). Un año y un mes después se cumplen 50 años de otro movimiento social que sirvió para que muchos y muchas pudieran ser ellos mismos. Este año se cumplen 50 años de Stonewall. No te sorprendas si no te suena porque aquí en España al menos era algo relativamente poco conocido entre los ajenos a la comunidad LGTB, pero Stonewall fue el principio de todo. No tengo intención de sentar cátedra sobre lo que ocurrió allí, sus repercusiones o lo que llevó a ello, basta decir que fue la primera vez que las identidades LGTB se alzaron orgullosas de sí mismas para reclamar un puesto en la sociedad. Fue el origen del Orgullo. El Orgullo, esa fiesta criticada desde los sectores conservadores de la sociedad, que Vox ha querido sacar del centro de Madrid , que para los que nunca han estado y son fácilmente alarmables es básicamente una gigantesca orgía y que ha servido como pla

Primero como tragedia...

Marx dijo que la historia se repite: la primera vez como tragedia, la segunda, como farsa. Y la verdad es que teniendo en cuenta algunas noticias actuales es bastante probable que tuviera razón. Día a día vemos como la historia reciente se repite y se replica sin que parezca haber una salida.  ¿Recordáis el 15- M? El pueblo había hablado, las cosas iban a cambiar y se respiraba un aire de regeneración democrática (si es que eso significa algo). El bipartidismo se hundía y todos estábamos contentos y felices porque parecía que no sólo éramos nosotros: Grecia pasaba por un proceso similar, las “primaveras árabes” llevaban libertad a la siempre necesitada África y Europa renacía de sus cenizas para enarbolar de nuevo la bandera con los ideales de la revolución francés: Igualdad, Libertad, Fraternidad. El mundo era maravilloso, la crisis acababa y todos estábamos ansiosos por demostrarle a Fukuyama que la historia no había acabado todavía. Era la nueva revolución, la revolución del pu